Por un azar de la vida
un buen día te encontré,
y compartimos gozosos
unas tazas de café.
Paseamos en la tarde
olvidándonos del tren,
y de las prisas y el viaje
para volver al andén.
Fueron horas muy bonitas
disfrutando aquel vaivén,
de miradas y palabras
de cariño y sin desdén.
Y quedaron enlazadas
nuestras almas, para bien,
y vivieron nuestros sueños
hasta llegar al belén.
Así cubrimos etapas,
y vencimos al desdén,
porque el amor que iniciamos,
sigue vivo y dice amén.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/05/24
El azar juega con nuestras vidas más de lo que nos imaginamos, pues juguemos nosotros con él. Un beso, feliz noche.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.
Hay amores que no mueren nunca.
ResponderEliminarEn ocasiones es el destino que está de nuestro lado y nos pone delante a la persona que compartirá con nosotros el resto del camino.
¡Precioso poema!
Pasaba por aquí...
Cariños.
Kasioles
Gracias Kasioles.
EliminarUn abrazo.
Se encontraron y emprendieron juntos el camino.
ResponderEliminarNo sé si es destino, pero da para pensar :)
Abrazo, Rafael.
Hoy revisaba un poema al azar. Qué de actos estarán ahí agazapados en la esquina del azar.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Rafael.
que bello!!! Amén digo yo com siempre dulce y hermoso, un abrazo fuerte desde mi brillo del mar
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