Llegaste hasta mi lado en un suspiro
dejándome el aroma de una rosa,
tus ojos escribían una prosa
brindándome ese verso que yo admiro.
Busqué sobre tu frente el autogiro,
la pluma voladora y milagrosa,
que hiciera de manera prodigiosa,
decirme que estoy vivo y no deliro.
Te vi como la eterna compañera,
llegando, en la resaca, con la brisa,
y besos de florida primavera.
Tenías en tus ojos la divisa,
que amarte fue tan fácil en la espera,
que el mundo se paró con tu sonrisa.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/05/24
Muy buenos días, Rafael.
ResponderEliminarUn martes donde el poema hace del día sea más bonito, disfrutemos, pues, de él.
Besos.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Hermosa divisa, y esa sonrisa que todo lo puede. Feliz martes. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Que lindo poema Rafael, es un bello sueño convertido en poesía.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo y feliz martes.
Precioso e inspirado soneto. Por la musa que provoca tan bellos versos.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Rafael.
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Un buen poema para leer de buena mañana, con el café en la mano y el frescor de este amanecer que nos depara calor.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Fibo.
EliminarUn saludo.
Bella y profunda inspiraciòn de la persona amada, Hermosa!!! saludos
ResponderEliminarUn soneto redondo, Rafael...Buen mensaje, buen ritmo y cadencia...Una preciosidad para leer y releer, amigo...Muy bueno.
ResponderEliminarMi abrazo grande por tus bellas letras, amigo.