Volemos por los campos
buscando los suspiros,
dejados por las flores
en días tan floridos.
Hay cantos de las aves
que llegan, con sus trinos,
al alma de las gentes
y alegran sus oídos.
Dejemos que las aguas
desciendan con sigilo,
por cauces y barrancos
en busca de los ríos.
Hagamos que la sangre
aumente sus latidos,
dejando en nuestros cuerpos
la esencia de los niños.
Aquellas travesuras,
los juegos tan bonitos,
las juergas de las tardes
y ratos que se han ido.
Hoy queda la esperanza,
volver y descubrirlo,
el mundo aquel, sublime,
amado y bien vivido.
Volemos por los campos,
los cielos infinitos,
encima de unas alas
que arropan con su abrigo.
Dejemos los recuerdos
de sombras y sin brillo,
volemos a los brazos
con sueños de los niños...
Rafael Sánchez Ortega ©
17/05/24
Pues cogemos la cometa y nos vamos a volar.
ResponderEliminarVolar es soñar y eso todos a cualquier edad podemos hacer.
Un fuerte abrazo.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Hermoso poema de ensoñación... Como dijo Ana Mª Matute al recibir el premio Cervantes. Sin soñar, se está muerto. Los sueños, los “inventos” mueven el corazón y la vida de las personas.
ResponderEliminarComo siempre un gran poema.
Saludo tocayo.
Gracias por tus palabras y por citar a esta autora.
ResponderEliminarUn saludo desde Cantabria.
tierno poema Rafael, buena semana
ResponderEliminarsaludos
Gracias Eli, feliz semana también para ti.
EliminarUn saludo.
Bonitos versos y muy buenas imagenes nos regalan.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Volemes con las alas de la imaginación, sobre campos y ríos, ha de ser fabuloso.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Rafael.