Se marcha agosto
y vemos a septiembre
llegar temblando.
Viene el otoño,
la época dorada
con tantos sueños.
Cambian los árboles
sus trajes y vestidos,
igual los campos.
Hasta el ambiente
de pueblos y ciudades
pierde la luz.
Y es que el verano
se marcha y nos entrega
su fiel preludio.
Color y música
se abrazan con paisajes
y sentimientos.
Es una alfombra
de paz para el invierno
que está lejano.
Y mientras tanto
las almas se alimentan
con nuevos sueños.
Es el amor,
susurran los románticos,
es el otoño,
responden los poetas.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/08/25
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