De nuevo el cielo
me entrega en la mañana
su breve aliento.
Gotas de lluvia
descienden de las nubes
dejando besos.
Se va el verano,
se marcha con septiembre
hasta otra aurora.
Y aquí se quedan
los niños y poetas
con los recuerdos.
Quizás con sueños
y falsas utopías
que ellos inventan.
Mundos de magia
en almas inocentes
que se despiertan.
Sigue la vida
y llega el fiel otoño
con sus colores.
Nuevas campiñas,
tapices marchitados,
cubren los campos.
Y la inocencia
del hombre en su relato
traza otros mundos.
Versos y sueños,
suspiros y susurros,
¡otoño nuevo!
Rafael Sánchez Ortega ©
14/09/25
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