Quisiera ver,
de noche, las estrellas,
en tu regazo.
Y contemplar
tus labios, temblorosos,
para besarlos.
Luego soñar
contigo, eternamente,
y así dormir.
Quisiera ser
un niño, todavía,
y no crecer.
Y que ese niño
cargara con tus sueños
y tu mochila.
Seré feliz,
sin duda, no lo dudes,
con tus sonrisas.
Quisiera estar
soñando fantasías
en plena noche.
Te las diría,
en forma de relatos
y de poemas.
Breves susurros,
en forma de suspiros,
para tu alma.
Y en tu regazo,
dormir sobre tu pecho,
mirando el cielo.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/09/25
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