Era un árbol diferente
que tenía que podar,
con sus ramas señoriales
y una ardilla muy locuaz.
El hayedo de aquel monte,
(colindante de un peral)
era hermoso y reluciente
con su verde secular.
Y sus ramas se mezclaban
y formaban un zig-zag,
con las otras, juveniles,
del peral que voy a hablar.
Porque es caso, que la ardilla,
se ponía a pasear,
de una rama hasta otra rama
sin distingos ni verdad.
Era un árbol diferente,
eso nadie negará,
porque a hermoso y taciturno
competía por ganar.
A su lado aquel enano,
el peral casaba mal,
pequeñito ante el hayedo
con su ardilla singular.
Porque el fondo del relato
era el dueño del nidal,
el refugio de la ardilla
de su cueva y de su paz.
Y aquí surge la disputa
sin respuesta para dar,
¿dónde habita nuestra ardilla
juguetona y tan audaz?
"...Era un árbol diferente,
un castillo que escalar,
y los sueños de los niños
con la ardilla tan real..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/16
que tenía que podar,
con sus ramas señoriales
y una ardilla muy locuaz.
El hayedo de aquel monte,
(colindante de un peral)
era hermoso y reluciente
con su verde secular.
Y sus ramas se mezclaban
y formaban un zig-zag,
con las otras, juveniles,
del peral que voy a hablar.
Porque es caso, que la ardilla,
se ponía a pasear,
de una rama hasta otra rama
sin distingos ni verdad.
Era un árbol diferente,
eso nadie negará,
porque a hermoso y taciturno
competía por ganar.
A su lado aquel enano,
el peral casaba mal,
pequeñito ante el hayedo
con su ardilla singular.
Porque el fondo del relato
era el dueño del nidal,
el refugio de la ardilla
de su cueva y de su paz.
Y aquí surge la disputa
sin respuesta para dar,
¿dónde habita nuestra ardilla
juguetona y tan audaz?
"...Era un árbol diferente,
un castillo que escalar,
y los sueños de los niños
con la ardilla tan real..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/16
Estoy segura que así era, un árbol diferente, no se puede negar si así lo dicen tus versos.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, María, si que lo era.
EliminarUn beso en la noche.
buenos días Rafael...yo ayer te dejé un comentario pero veo que no está yo creo lo dejé bien,no sé pero es para que sepas que tus versos los leo y comento cada día.
ResponderEliminarLos de hoy de los árboles no lo comprendo muy bien pero es de dos arboles diferentes...bonitos los versos .
un abrazo .
feliz semana.
Marina
Gracias Marina. No dudo de lo que me dices, pero he moderado todos los que había pendientes. En cuanto al poema de hoy sí, es de dos árboles diferentes de los que hablo y del "dueño del nidal" que aparece veladamente.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
Tierno, sin más...
ResponderEliminarAbrazo y lindo inicio de semana
Fina
Gracias Fina.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Bonita y certera metáfora...
ResponderEliminarDónde habita esa ardilla en nuestro adentro capaz de no diferenciar...??
Besos.
Sin duda que adentro, Marinal, no lo dudes.
EliminarBesos.
Bien podría ser una fábula con pregunta final y sin moraleja,ni falta que le hace.
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto, Joaquín, también se podría aplicar a una fábula.
EliminarUn abrazo.
Hermosa casa la de la ardilla y problemática la poda sin molestar la ardilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sonrío Efe, porque tienes toda la razón.
EliminarUn abrazo.
era un hombre poeta
ResponderEliminarGracias por verlo así, Recomenzar.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado este gran poema, rítmico y juguetón, con esa ardilla posada en el árbol, precioso Rafael.
ResponderEliminarGracias siempre.
Un fuerte abrazo y feliz semana.
Gracias a ti por tu visita y comentario, Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
Una preciosa fábula, era un árbol diferente…
ResponderEliminarUn cálido abrazo Rafael
Gracias por ver así estos versos, Sneyder.
EliminarUn abrazo en la tarde.
gracias por tu comentario en mi blog
ResponderEliminarAbrazos
Marina
Siempre es un placer, Marina.
EliminarUn abrazo.
No sé porqué al leerte me dió la sensación que hablabas del árbol de la vida , pero vuelvo a releer y me pareces que es un árbol muy especial que le dio magia a tus versos precioso!! un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarSí, Bea, es en realidad un árbol muy especial.
EliminarUn abrazo.
Las ardillas somos nosotros Rafael...
ResponderEliminarUn abrazo.
Me hiciste sonreír, América y puede que tengas razón.
EliminarUn abrazo.