Te he encontrado,
mi osito de peluche,
en un rincón.
Estabas triste,
mirando hacia la nada.
como asustado.
Yo, como tú,
me encuentro muy nervioso,
y en un desván.
Se encoge el alma
al verse prisionera,
sin libertad.
Se para el tiempo,
se anulan los relojes,
casi invisibles.
Y el corazón
detiene los latidos
con gran pesar.
Surge la duda,
el gran interrogante,
de si estoy vivo.
Si será un sueño
la vida que me atrapa
y me succiona.
Me lleva lejos,
a un mundo de esperanzas
que nunca alcanzo.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/04/20
Cuando uno reencuentra un objeto querido, qué de recuerdos nos trae, de ese ayer que no podemos recuperar. Pero nos permite saber que hemos vivido.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, Albada, es como dices.
EliminarUn abrazo.
Los recuerdos de la infancia, esas vivencias que nos van atrapando en el silencio del tiempo.
ResponderEliminarUn hermoso poema Rafael. Un abrazo
Gracias Juan,
EliminarUn abrazo.
Preguntas que a veces nos hacemos... Momentos para filosofar.
ResponderEliminarBesos al alma.
Así es, Paula.
EliminarBesos.
Somos como juguetes en un rincón con esas dudas del porqué estamos ahí en ese lugar y no jugando en libertad .
ResponderEliminarMetáforas acertadas.
Besos y buena tarde de domingo.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Surge la interrogante... ¿Qué es más real, lo que tocamos o lo que imaginamos?, a veces lo que nuestra mente cree de la realidad tiene más peso que la realidad misma... la cual, generalmente, es inocente. Y nuestra mente es muy fatalista, por ello es mejor evocar al alma, ella si tiene sueños que ponen un bálsamo a la realidad terrenal y nos elevan a una dimensión optimista y lleno de esperanza. Nuestros objetos queridos nos conducen de la mano a ese espacio interno donde todo es liviano y bello.
ResponderEliminarBonito día domingo para ti amigo.
Un abrazo,
Paty
Gracias por tus palabras y comentario, Paty.
EliminarUn abrazo.
Esta mañana tuve un encuentro con un peluche y... Ay, amigo Rafael, añoranza inevitable de un tiempo no perdido, pero sí que ya pasó. Admiro la belleza y la ternura de tus versos.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Me alegro de lo que dices, Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Todo un homenaje a ese osito del desván...Ahí están los recuerdos, que a veces debemos rescatar y recuperar: la inocencia, la ilusión y la esperanza que en estos momentos tanto nos falta...Mi felicitación por la sencillez, claridad y humildad con que tocas el recuerdo del alma, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz semana que empieza, amigo.
No perdamos nunca esa sencillez y claridad del alma que dices, María Jesús.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Me hiciste recordar mi infancia Rafael. Ese osito de peluche compañero de tantos juegos y testigo de tantas travesuras. Aún lo conservo.
ResponderEliminar¡Claro que estás vivo! Tu corazón late, porque sientes y amas y expresas maravillosamente los más lindos sentimientos. De eso somos testigo tus amigos lectores. Un abrazo con todo mi cariño!
Gracias por tus palabras y lectura de mis versos, Lady Blue.
EliminarUn abrazo y feliz lunes.