Quiero que vengas,
que llegues a mi lado
y que me abraces.
Sentir tus besos
rodar por las mejillas,
rozar mis labios.
Y tus suspiros,
atarme fuertemente
en su murmullo.
Quiero tu sangre,
sentirla, acelerada,
en el costado.
Y con tus dedos
trazando unos dibujos
sobre mi espalda.
Seguidamente,
fundir nuestros latidos
en uno solo.
Quiero que sigan
mis pasos a tus pasos
hasta la alcoba.
En ese lecho
de rosas y jazmines
descansaremos.
Y soñaremos,
sin prisas y sin tiempo
como dos niños.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/20
Hola Rafael: como te dije hace poco, tus versos me transmiten una especial dulzura, hoy más que antes, debe ser que están llenos de imágenes muy transparentes... sin dobleces, nacidas de un corazón puro, lleno de amor.
ResponderEliminarUn abrazo, te felicito.
Paty.
Gracias sinceras, Paty, me alegro de que mis versos te causen lo que dices.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Ese querer que vengan esos días de antaño de alegría de paz ,de sonrisas y de niñez donde los juegos y la inocencia aran nuestra ley , eso es lo que hoy me transmiten tus letras y la imagen .
ResponderEliminarUn abrazo y muy feliz tarde.
Me alegro de que sea como dices, Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Estoy segura de que ella no podrá resistirse a tu invitación. Preciosas letras. Te abrazo a la distancia con cariño
ResponderEliminarGracias Lady Blue, es un poema simplemente.
EliminarUn abrazo.
Que llegue pronto, que corra raudo, que aletee ante tus ojos, de enamorado.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos, confiaremos en la poesía.
EliminarUn abrazo.
Tu corazón ahora es joven
ResponderEliminarDe espíritu, Buscador.
EliminarUn saludo.