En una cruz
estaba tu figura
y no la vi.
Pasé de largo,
un día y otro día,
y te ignoré.
Nada decías,
tan solo me miraban,
tus ojos tristes.
Indiferente,
hablaba con los hombres
y con mi sombra.
Así pensaba:
"estoy muy ocupado",
y te ignoraba.
Sangran tus manos,
tu frente y tu costado,
se nubla el sol.
Y la soberbia
del hombre envanecido,
cayó por fin.
Llegó la noche,
el miedo y el silencio.
La soledad.
Y te busqué.
Pedí me perdonaras.
Y ya no estabas.
Miré a los cielos,
y en ellos vi tu mano
y el corazón.
Aquella cruz
que ahora yo portaba
era la tuya.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/04/20
Perder la fe es mala señal, lo bueno es que puede recuperarse.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Si buscas a Dios siempre lo encontraras, porque está dentro de tu corazón y siempre perdona. La foto que acompaña tus versos es muy bonita. Un abrazo afectuoso Rafael
ResponderEliminarGracias por tus palabras Lady Blue.
EliminarUn abrazo.
Un poema que deja mucho de qué hablar, a veces el hombre tiende a pasar de largo de las cosas más cotidianas y no se acuerda de quien sufre solo cuando él llega le sale la fe, esa que se critica pero que todos llevamos de una u otra manera en nuestros genes. No la perdamos ella nos ayuda en tantos momentos de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz jueves.
As´çi debería de ser Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Desgarrador poema, amigo Rafael. Muy sentido y es que en esas fechas las miradas estaban clavadas en un cielo ciego.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Tienes razón, Auroratris.
EliminarBesitos.
Que bello poema Rafael, llega al corazón. Cuantas veces pasamos sin ver ni la cruz, ni al que sufre y basta llegar a vivir nuestra cruz para darnos cuenta y comprender a los demás y descubrir en ese prójimo a Dios mismo. Nunca es tarde.
ResponderEliminarmariarosa
Cierto, María Rosa, "nunca es tarde"
EliminarUn abrazo.
Qué gran mensaje Rafael! es cierto, muchas veces decimos: no tengo tiempo, pero para Dios siempre hay tiempo porque con EL podemos hablar en cualquier instante: una oración o una simple y sincera conversación que nos alivia el corazón y nos ilumina el alma. Muy significativo poema amigo.
ResponderEliminarUn abrazo, feliz viernes y fin de semana!
Paty.
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana también para ti.
Precioso...
ResponderEliminarSomos tan insensibles a veces que no somos capaces de ponernos en los zapatos de los demás, sin darnos cuenta que de una forma u otra todos portamos una cruz. Y a la larga también arrastramos en nuestra conciencia la de aquel al que ignoramos.
En el sentido más espiritual, sigue siendo lo mismo. El símil es maravilloso, perfecto... Nos reconocemos y le reconocemos.
Muy hermoso.
Gracias por tus palabras Galilea.
EliminarAbrazo.