La bicicleta
descansa, silenciosa,
en el desván.
Fiel compañera,
amiga y confidente
de juventud.
Con ella fui
a bailes y verbenas
en romerías.
Yo le contaba
mis sueños y alegrías
en un susurro.
Pedal arriba,
(esfuerzo continuado),
pedal abajo.
Algún pinchazo,
también una caída,
sin consecuencias.
Entre nosotros
guardamos el secreto
de estos pecados.
Hoy te contemplo
y guardas telarañas
de mil recuerdos.
"No te entristezcas,
me dices, bostezando,
la vida sigue".
Rafael Sánchez Ortega ©
11/08/22
Las bicicletas, son para el verano, y a veces ...para los inviernos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo en la tarde.
La vida sigue, dice bien la bicicleta. Hay que sacarla del desvan, quitarle las telarañas y pintarla si es necesario y salir a recorrer calles de tu barrio. Muy bonito poema.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias por tu comentario, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Cuantos recuerdos, mi bicicleta mas bella fue roja, aprendí en una de cuatro ruedas y ya mas grande, rodé en una de varón y fui castigada, un chirlito por sacarle la bici al vecino.
ResponderEliminarAbrazo
Sigue....
ResponderEliminarMe encanta tu bicicleta!
Abrazote
Gracias Natalia.
EliminarAbrazos.