Vuelves a mí,
después de un largo viaje,
en este otoño.
Y con tu abrazo
me envuelven los recuerdos
de aquel pasado.
No te lo niego,
fue parte de mi vida
y juventud.
Era muy joven,
soñaba cada día
con utopías.
Eran princesas
sacadas de los cuentos
y de novelas.
También los viajes
cargados de aventuras
y de romances.
Y la sonrisa,
perenne de mis labios
siempre brillaba.
Algunas lágrimas
salían de mis ojos
y mis pupilas.
Era la lluvia,
pequeño contratiempo
con la garúa.
Y es que esa vida,
de infancia y juventud,
no tiene precio.
Se vive y bebe,
de forma muy intensa
hasta embriagarse.
Así, los sueños,
perduran en el tiempo,
y están presentes.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/11/24
Los versos vuelven a ti de forma bella.
ResponderEliminarFeliz jueves estimado Rafael.
Un abrazo
Gracias Carmen
EliminarUn abrazo.
En esta vida todo vuelve, y como no, los recuerdos de nuestra juventud.
ResponderEliminarUn besote, y muy feliz noche.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Siempre algo despierta el recuerdo de bellos momentos. Un poema tierno y bonito.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
La vida con sus momentos.
ResponderEliminarAhí queda, en un poema.
La poesía siempre es custodia de la memoria del poeta.
Abrazo, Rafael.