Salgo a la calle
y un día, gris y triste,
hoy me saluda.
Es el otoño,
me digo, soñoliento,
con su bostezo.
Y así comienza
un día de noviembre
con poca luz.
Hay muchas nubes
dejando por el cielo,
largos jirones.
Su manto gris
con viento, inconfundible,
de sudoeste.
Abajo el hombre,
con alma de poeta
las mira y sueña.
Siente las hojas
que llegan de los árboles
formando alfombras.
Y sobre ellas
caminan las ardillas
a su morada.
Salgo a la calle,
un día, como tantos,
en este otoño.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/11/24
Bello otoño que te ha inspirado estos versos que son fotografías de tu andar. Muy buen fin de semana
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Sales a la calle y el mundo te espera
ResponderEliminarPaz
Isaac
Gracias Isaac
EliminarHola Rafael, que hermoso hacer un hermoso poema, a una de las bellas estaciones donde el amarillo y naranja se funden en una tarde gris, Un abrazo!!!
ResponderEliminarGracias Merce
EliminarUn abrazo.
Leo el poema y sonrío.
ResponderEliminarPorque a mí, los días así, me encantan.
Abrazo, Rafael.