Ya llega el viento,
los árboles se mueven,
danzan las ramas.
Empieza el baile
y un coro de gemidos
rompe el silencio.
Hablan los troncos
y charlan en su idioma
incomprensible.
Tú los escuchas
y tratas de entender
su poesía.
Pero sus voces,
extrañas y pausadas,
no las entiendes.
Son, unas veces,
así como lamentos
con oraciones.
En otros casos,
sonrisas escapadas
desde los cielos.
A esto se junta
las voces y el lamento
del viento fiero.
Es el otoño,
le dices a tu mente,
cuando pregunta.
Solo es un sueño,
le dices a tu alma
en estos versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/11/24
El viento barre y se lleva ecos de flores y frutos , rastrojos de vida , semillas de esperanzas
ResponderEliminarBuena semana 👍💐
Gracias Ely, feliz semana también para ti.
EliminarMuy bueno Rafael. Hay ciertos árboles en los que sus hojas a merced del viento, parecen crear una música susurrante.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarAbrazos.
El otoño siempre es inspirador para poetas y almas sensibles como la tuya... Un placer leerte, besos!
ResponderEliminarGracias Enca
EliminarSí, empieza el baile otoñal, tus versos son el mejor ejemplo, el viento barre lo bueno y menos bueno para empezar.
ResponderEliminarFeliz noche Rafael.
Abrazo
Gracias Carmen.
EliminarAbrazo.
Un poema otoñal que se nos va alejando y nos da la bienvenida, el frío del invierno. Un beso, feliz noche.
ResponderEliminarAsi, es, Campirela.
EliminarUn abrazo.
Pues claro que hablan, como lo hace el viento!!!
ResponderEliminarSolo hay que saber escuchar. Como tú haces.
Abrazo, Rafael.