No busques la rosa
lejana y que tiembla
pues tú la dibujas
y luego la sueñas.
Observa, si acaso,
la flor que está cerca,
que vive a tu lado
y no está en maceta.
Es rosa sencilla,
callada y discreta,
con pétalos dulces
y suave melena.
En ella se juntan
las risas y penas,
que tú le dedicas
sin darte ni cuenta.
Observa esta rosa
y luego la besas,
es rosa con alma
que vive y que tiembla.
Te llama, en silencio,
te mira y se alejan,
sus lindos ojitos
que ansiosos esperan.
Y tú buen amigo
no busques quimeras,
teniendo una rosa
que te ama y tan bella.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/11/24
Muy buenos estos versos.
ResponderEliminarSí, hay que prestar atención a la flor que tenemos cerca, aunque nos sintamos seducidos por una rosa.
Feliz noche Rafael.
Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarAbrazos.
Un precioso poema con una buena reflexión.
ResponderEliminarLas rosas, es mejor dejarlas en su rosal que cortarlas y ponerlas en un jarrón se marchitarán, en el árbol durarán muchos más.
Un besote.
Gracias Campirela, es como dices.
EliminarUn abrazo.
Precioso poema Rafael
ResponderEliminarAbrazos
Gracias por tus palabras, Natalia.
EliminarAbrazos.
Tu poema nos invita a valorar lo que tenemos cerca, porque es lo que merecemos y nos hará superarnos día a día...Muy bello e inspirador, Rafael.
ResponderEliminarDicho queda en este poema :)
ResponderEliminarAsí es. Apreciar y valorar.
Abrazo, Rafael.