Caminan mis pasos
buscando la nieve,
los días avanzan,
igual que diciembre.
Estoy en otoño,
lo sé y consciente,
hoy busco en el cielo
la luz que amanece.
Preciso ese faro
que llega de oriente,
y así me ilumine
calmando mis sienes.
Avanzan las sombras,
hay guerras y muertes,
y hay cantos altivos
de algunos cipreses.
Hay aves que buscan
el agua en las fuentes,
y fuentes que cantan
con sones de réquiem.
Los días se acortan,
parecen muy breves,
por contra, las noches
se alargan y crecen.
Ya llega la noche,
trivial de diciembre,
y en ella, los niños,
esperan prudentes.
Esperan al Niño
que nace y que duerme,
con una sonrisa
de otoño silente.
Y yo me detengo,
me acerco hasta verle
y siento su abrazo,
su Amor inocente.
"Caminan mis pasos
y al fin se detienen,
y el alma suspira,
se muestra impaciente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/12/24
Qué hermosura de poema amigo, los sentidos avanzan, presienten y finalmente sienten la vida, el presente, la dicha. Te mando un fuerte abrazo.
ResponderEliminarP A T Y
Gracias Paty.
EliminarUn abrazo.
Un recorrido por un mes que acorta días, con esa guerras enquistadas y esos niños esperanzados.
ResponderEliminarUn abrazo, enorme, Rafael. Felices fiestas navideñas
Gracias Mari Pau, lo mismo te deseo. Felices Fiestas.
EliminarUn abrazo.
Un recorrido mezcla de esperanza y estupor. Ojalá se hiciera la magia...
ResponderEliminarPreciosos versos ❤