Otro día gris y frío
que congela las sonrisas
y las nubes que ahora pasan
son oscuras y sombrías.
Son mañanas del otoño
que amanecen, con la brisa,
del nordeste que se asoma
para ver el nuevo día.
Yo persigo estos retales
y descorro las cortinas,
para ver, en lontananza,
la mañana con su rima.
Y me envuelve su tristeza,
que oscurece mis mejillas,
y una lágrima traidora
ya despunta en las pupilas.
Sin embargo son los labios,
indecisos, que musitan,
y saludan, a los cielos
y les dan los "buenos días".
Hay un eco intrascendente,
que el poeta se imagina,
de las nubes mañaneras
que amenazan y se estiran.
Es un día de diciembre
y el otoño se termina,
dando paso al nuevo invierno
con sucesos y noticias.
Es un tiempo de imprevistos
y también de golosinas,
con presentes y futuros
marchitados por las prisas.
Porque hay prisa en este mundo
perezoso y progresista,
que se olvida de las almas
y vivir el día a día.
"...Otro día, gris y frío,
que congela mi sonrisa,
y me acerca a este cuaderno
con las lágrima cautivas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/12/24
El frescor de días así son maravillosos, otoño -invierno es lo mejor del año
ResponderEliminarBuena jornada 👍😊
Gracias Ely
EliminarFeliz fin de semana.