Hoy canta el río
que baja alborotado
de la montaña.
Es el deshielo,
de nieve algo tardía,
de primavera.
Ahora, en verano,
el agua va al encuentro
del mar profundo.
Y es en la ría,
el sitio del encuentro
y unión feliz.
Allí se besan,
se abrazan y apasionan,
forman resacas.
Un bello enlace,
que une a estas dos aguas,
en comunión.
Yo, las contemplo,
humilde espectador
de esta belleza.
Es un regalo,
la vista que, a mis ojos,
me ofrece el día.
Y doy las gracias,
bendigo en el silencio
al gran Autor.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/08/25
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