Alguna vez
le dije a las estrellas
cuánto te amaba.
Era de noche.
Saliendo del refugio
mirando al cielo.
En las montañas
afloran sentimientos
y las palabras.
Así desnudas
el alma, ante la noche,
y te confiesas.
Habla tu boca
si miedo y hay suspiros
del corazón.
Y es que el amor
que sientes y que guardas
busca tus ojos.
Quiero su luz,
y el faro de mi barca
que sean ellos.
Esas pupilas,
alegres y sencillas,
que tanto añoro.
Alguna vez,
le dije a las estrellas
cuánto te amaba,
en mi silencio...
Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/25
Buen martes , un precioso poema donde el amor siempre está presente. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Campirela.
EliminarUn abrazo.
Habla el corazón latiendo versos, precioso tu poema, querido amigo.
ResponderEliminarQue tengas un feliz mes de septiembre.
Un abrazo.
Gracias María, lo mismo te deseo.
EliminarUn abrazo.