Detrás de la Patrona
camino hacia la Villa,
hay rezos en el aire,
canciones y sonrisas.
Trompetas y tambores
nos dejan sus primicias,
redobles con los pasos
valientes y sin prisa.
La Virgen La Barquera
de negro va vestida,
sus rizos lleva ocultos
cubiertos con mantilla.
Un velo transparente
nos dice que es bonita,
el niño que no lleva
la muestra más sencilla.
Los hombros de los mozos
las andas ya deslizan,
sacando sus lamentos
con ondas infinitas.
En ese bamboleo
de olas y de brisa,
hay algo de susurros
de mares y bahías.
Hay algo de misterio
con llamas encendidas,
antorchas que flamean
bengalas que titilan.
Un marinero viejo
la Salve ya recita,
y salen de sus labios
mercedes recibidas.
¡Ay Virgen de mi alma,
Patrona de mi Villa,
llegaste a La Barquera
quedándote dormida!.
Viniste con tu barca
sin remos y sin quilla,
sin vela ni sextante
y un Niño nos traías.
Y aquellos marineros
te hicieron la Capilla,
encima de las rocas
pobladas con encinas.
No sé lo que pensaron
los niños y las niñas,
los hombres y mujeres
que hincaron su rodilla.
Pero algo sí sintieron,
...tus manos y caricias,
y aquel bello mensaje
de Amor que concedías.
Rozaste con tus dedos
las frentes tan cansinas,
los cuerpos muy curtidos,
las almas oprimidas.
Por eso desde entonces
la Salve a ti te envían,
la rezan cuando salen
del puerto y la bahía.
"Detrás de la Patrona
camino hacia la Villa",
hoy pienso en las leyendas,
historias y Folías.
Y siento que en el alma
la llama resucita,
hay mano entre mis manos
y dedos que palpitan.
Hay voces que susurran
cantando Ave Marías,
hay coros en el cielo,
marinos en la ría.
La Virgen La Barquera
ya llega hasta su cita,
es sábado de Gloria
y empieza la Vigilia.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/04/10
camino hacia la Villa,
hay rezos en el aire,
canciones y sonrisas.
Trompetas y tambores
nos dejan sus primicias,
redobles con los pasos
valientes y sin prisa.
La Virgen La Barquera
de negro va vestida,
sus rizos lleva ocultos
cubiertos con mantilla.
Un velo transparente
nos dice que es bonita,
el niño que no lleva
la muestra más sencilla.
Los hombros de los mozos
las andas ya deslizan,
sacando sus lamentos
con ondas infinitas.
En ese bamboleo
de olas y de brisa,
hay algo de susurros
de mares y bahías.
Hay algo de misterio
con llamas encendidas,
antorchas que flamean
bengalas que titilan.
Un marinero viejo
la Salve ya recita,
y salen de sus labios
mercedes recibidas.
¡Ay Virgen de mi alma,
Patrona de mi Villa,
llegaste a La Barquera
quedándote dormida!.
Viniste con tu barca
sin remos y sin quilla,
sin vela ni sextante
y un Niño nos traías.
Y aquellos marineros
te hicieron la Capilla,
encima de las rocas
pobladas con encinas.
No sé lo que pensaron
los niños y las niñas,
los hombres y mujeres
que hincaron su rodilla.
Pero algo sí sintieron,
...tus manos y caricias,
y aquel bello mensaje
de Amor que concedías.
Rozaste con tus dedos
las frentes tan cansinas,
los cuerpos muy curtidos,
las almas oprimidas.
Por eso desde entonces
la Salve a ti te envían,
la rezan cuando salen
del puerto y la bahía.
"Detrás de la Patrona
camino hacia la Villa",
hoy pienso en las leyendas,
historias y Folías.
Y siento que en el alma
la llama resucita,
hay mano entre mis manos
y dedos que palpitan.
Hay voces que susurran
cantando Ave Marías,
hay coros en el cielo,
marinos en la ría.
La Virgen La Barquera
ya llega hasta su cita,
es sábado de Gloria
y empieza la Vigilia.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/04/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario