Es otoño, lo sé, y soy consciente
de que el tiempo que pasa no regresa,
que los sueños son sueños solamente
y la vida tan sólo es una empresa.
Aquí estamos, quizás, por accidente,
con mi letra que sale tan traviesa,
esperando ese río y afluente
que me traiga ese beso y la promesa.
Pero el río se encuentra muy distante,
y sus aguas son hielo en las montañas
que la nieve da forma cada día.
No me importa el otoño ni el desplante,
sólo quiero besar esas pestañas
de unos ojos que brillan todavía.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/10/10
de que el tiempo que pasa no regresa,
que los sueños son sueños solamente
y la vida tan sólo es una empresa.
Aquí estamos, quizás, por accidente,
con mi letra que sale tan traviesa,
esperando ese río y afluente
que me traiga ese beso y la promesa.
Pero el río se encuentra muy distante,
y sus aguas son hielo en las montañas
que la nieve da forma cada día.
No me importa el otoño ni el desplante,
sólo quiero besar esas pestañas
de unos ojos que brillan todavía.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/10/10