Me quedo con tu nombre de miel y libertad
y guardo tu sonrisa sincera como el pan,
los hombres nacen libres y empiezan a rezar
y es algo que de niños se aprende, nada más.
Hay olas en la playa que nacen en el mar,
hay barcos que navegan con viento por detrás,
las múltiples gaviotas despierta pronto ya,
y vuelan perezosas rumbo a la inmensidad.
Yo quise ser marino, no quise ser zagal,
cruzar los anchos mares con puertos que atracar,
yo quise ser gaviota buscando la verdad,
la costa no lejana, el faro con su paz.
Más marcho vacilante, doy pasos para atrás,
camino entre las sombras y quiero descansar,
dormir en blando lecho teniendo en el costal
el cáliz de tu cuerpo tan lleno de ansiedad.
Yo sueño con tu nombre, te quiero ya besar,
y sueño con tus ojos mirando al vendabal;
tu buscas la galerna, la nube del rapaz,
la lágrima traidora que el cielo va a rasgar.
Me quedo con tu abrazo, eterno y sin igual,
tu nombre entre mis labios, tu rostro tan solaz,
y grito que soy libre, te miro sin parar,
no debo nada al mundo, pues tengo libertad.
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 24/10/10
y guardo tu sonrisa sincera como el pan,
los hombres nacen libres y empiezan a rezar
y es algo que de niños se aprende, nada más.
Hay olas en la playa que nacen en el mar,
hay barcos que navegan con viento por detrás,
las múltiples gaviotas despierta pronto ya,
y vuelan perezosas rumbo a la inmensidad.
Yo quise ser marino, no quise ser zagal,
cruzar los anchos mares con puertos que atracar,
yo quise ser gaviota buscando la verdad,
la costa no lejana, el faro con su paz.
Más marcho vacilante, doy pasos para atrás,
camino entre las sombras y quiero descansar,
dormir en blando lecho teniendo en el costal
el cáliz de tu cuerpo tan lleno de ansiedad.
Yo sueño con tu nombre, te quiero ya besar,
y sueño con tus ojos mirando al vendabal;
tu buscas la galerna, la nube del rapaz,
la lágrima traidora que el cielo va a rasgar.
Me quedo con tu abrazo, eterno y sin igual,
tu nombre entre mis labios, tu rostro tan solaz,
y grito que soy libre, te miro sin parar,
no debo nada al mundo, pues tengo libertad.
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 24/10/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario