jueves, 21 de octubre de 2010

LAS COSAS SENCILLAS

Las cosas sencillas
no cambian ni mueren
quizás se transforman
en hojas perennes.

Así son los hombres
de arruga en la frente,
con rostros curtidos,
canosas las sienes.

Así son las almas
que viven y sienten,
que ríen y lloran
y rezan sus preces.

Así son los niños
de madres valientes,
que van a la vida
felices y alegres.

Así son las rosas,
también los claveles,
así son los lirios
creciendo en el verde.

Las cosas sencillas
no cambian ni pueden,
los hombres las aman,
también las mujeres.

Así es el verano
que pasa muy breve,
con días muy claros
y noches candentes.

Así son las aguas,
con mares celestes,
así son las naves
con olas y peces.

Así es la montaña
con cimas agrestes,
vestida de blanco,
cubierta de nieve.

Así son los días
que nacen de siempre,
y llevan con ellos
pasiones crecientes.

"...Las cosas sencillas
no cambian ni quieren,
son flores de vida,
que nacen y mueren..."

Rafael Sánchez Ortega ©
21/10/10

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