viernes, 22 de octubre de 2010

¡QUÉ FÁCIL ES DEJAR EN LA CUARTILLA...!

¡Qué fácil es dejar en la cuartilla
los ecos del amor de aquel verano,
el beso que robaste en la capilla
y el tacto delicado de una mano!

Recuerdas el candor de la mejilla,
el labio que tenías tan cercano,
los dedos que rozaban tu barbilla
y el tierno escalofrío tan pagano.

Más todo fue pasado en un momento,
quedando en el silencio la jornada,
por culpa de los sueños y la noche.

Entonces concebiste aquel lamento,
el grito de tu alma desgarrada
mandando hasta los cielos su reproche.

Rafael Sánchez Ortega ©
22/10/10

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