Hay hombres que contemplan las estrellas
y les mandan un beso en la distancia.
Los besos se encamina hacia ellas
a llevarles su esencia y su fragancia.
Hay restos de amoríos y querellas
en versos y poemas, sin jactancia,
contemplan las batallas y epopeyas
de un tiempo ya vivido en discrepancia.
Hay hombres que pasean suspirando
y buscan una mano con cariño...
Los dedos que le curen de esa herida.
Hay pechos que se ahogan, palpitando,
que buscan los luceros con su guiño...
Amantes, fracasados de la vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/12/10
y les mandan un beso en la distancia.
Los besos se encamina hacia ellas
a llevarles su esencia y su fragancia.
Hay restos de amoríos y querellas
en versos y poemas, sin jactancia,
contemplan las batallas y epopeyas
de un tiempo ya vivido en discrepancia.
Hay hombres que pasean suspirando
y buscan una mano con cariño...
Los dedos que le curen de esa herida.
Hay pechos que se ahogan, palpitando,
que buscan los luceros con su guiño...
Amantes, fracasados de la vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/12/10
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