Volveré a revisar el cuaderno,
miraré los poemas que faltan
para ver si entre ellas se encuentra
la que el alma me dice y reclama.
Pueden ser los susurros y besos
que nos dimos un día, en el alba,
o quizás el abrazo furtivo
que robé de tu cuerpo en la playa.
Es posible que busque tus ojos,
la pupila paciente y dorada,
que me trajo el mensaje impaciente
que tu pecho nervioso mandaba.
Todo eso lo puse en mis versos
en las noches precisas y claras,
cuando andaba buscando en el bosque
el camino que lleva a las Hadas.
Pero tú te metiste en mis letras,
Poesía de amor, sin palabras,
y los versos sencillos y claros
me robaste y sacastes del alma.
Volveré a revisar el cuaderno
para ver si te encuentro, sin falta,
para ir a tu lado deprisa
con mi verso, la rima y el arpa.
Yo sé bien que te muestras esquiva,
que apareces de noche y te marchas,
como estrella fugaz que recorre,
por el cielo, su estela tan blanca.
Sin embargo te busco y te busco
y repaso las mil y una páginas,
en el lindo cuaderno que un día,
escribí para ti con mi magia.
Es posible que tú no me creas,
más los versos nacieron en calma
deseando llegar a tus ojos
con mi voz y también mis palabras.
Yo quería decirte te quiero
y quería decir que te amaba,
con los versos que iba tejiendo
del poema de letras rasgadas.
"...Volveré a revisar el cuaderno,
para ver el rescoldo y la llama,
de aquel fuego sutil y envolvente
que quemó mi garganta y la ahogaba..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/10
miraré los poemas que faltan
para ver si entre ellas se encuentra
la que el alma me dice y reclama.
Pueden ser los susurros y besos
que nos dimos un día, en el alba,
o quizás el abrazo furtivo
que robé de tu cuerpo en la playa.
Es posible que busque tus ojos,
la pupila paciente y dorada,
que me trajo el mensaje impaciente
que tu pecho nervioso mandaba.
Todo eso lo puse en mis versos
en las noches precisas y claras,
cuando andaba buscando en el bosque
el camino que lleva a las Hadas.
Pero tú te metiste en mis letras,
Poesía de amor, sin palabras,
y los versos sencillos y claros
me robaste y sacastes del alma.
Volveré a revisar el cuaderno
para ver si te encuentro, sin falta,
para ir a tu lado deprisa
con mi verso, la rima y el arpa.
Yo sé bien que te muestras esquiva,
que apareces de noche y te marchas,
como estrella fugaz que recorre,
por el cielo, su estela tan blanca.
Sin embargo te busco y te busco
y repaso las mil y una páginas,
en el lindo cuaderno que un día,
escribí para ti con mi magia.
Es posible que tú no me creas,
más los versos nacieron en calma
deseando llegar a tus ojos
con mi voz y también mis palabras.
Yo quería decirte te quiero
y quería decir que te amaba,
con los versos que iba tejiendo
del poema de letras rasgadas.
"...Volveré a revisar el cuaderno,
para ver el rescoldo y la llama,
de aquel fuego sutil y envolvente
que quemó mi garganta y la ahogaba..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/10
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