miércoles, 21 de septiembre de 2011

POR UN MUNDO SIN GUERRAS NI MENTIRAS...


Por un mundo sin guerras ni mentiras
alzaría mi vaso en un instante,
brindaría sin duda a las estrellas
por la paz extendida a todas partes.

Pero el hombre y el odio van unidos
y ya son desde siempre inseparables,
por la envidia y el acto de Caín
al matar a su hermano en una tarde.

Yo quisiera ese mundo sin fronteras
donde todos vivieran y se amasen,
dondo nunca ondeasen los orgullos
por encima de honores y de mástiles.

Pero el hombre no sabe ser humilde
y el perdón es palabra inalcanzable,
y por eso conquista, con la fuerza,
imponiendo mentiras a verdades.

No sé bien a que mundo pertenezco
cuando escucho a políticos sagaces,
proclamar demagogias y promesas
sin futuro y camino para nadie.

Quizás soy esa triste marioneta,
el guiñol de teatros y ciudades,
el pasayo de rostro muy pintado
al que ríen los niños en el parque.

Sin embargo mantengo la esperanza
de que un día las guerras ya se acaben,
las mentiras se pudran en los labios
de los viles y seres miserables.

Mientras tanto la vida continúa
y también las estrellas que renacen,
y va a ellas la copa con mis versos
de nostalgia, ilusión y realidades.

Rafael Sánchez Ortega ©
Cervera de Pisuerga, 16/09/11

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