La casa vacía
mostraba abandono,
el tiempo, los años,
también el otoño,
y todo en un ciclo
de estampas y cromos,
de juegos y luces,
canicas y bolos,
y afuera, en el cole,
sonaban nerviosos
los cantos de niños
que ensayan a fondo;
dejaron las casas,
mochilas al hombro,
cargadas de libros
que asustan un poco...
Las cuatro paredes
guardaban el polvo,
y en ellas silencios
con risas y lloros,
allí se quedaron
promesas y fotos
buscando momentos
de instantes y gozos,
cocinas vacías
salones sin globos
y el fuego apagado
por falta de troncos,
y luego el silencio
profundo y tan ronco
carente de pasos
de vida y de escombros...
"...La casa vacía
no tiene recodos,
lo sé, la preciso,
es casa de otros..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/11/19
Otra versión...
ResponderEliminarInfinitas posibilidades.
Un abrazo.
Pues sí, Laura.
EliminarUn abrazo.
¡Cómo me recuerda tu poesía mi niñez, mi retozar por el pueblo, la escuela poblada de niñxs, los juegos en la tarde... las lumbres hogareñas... y muchas y muchas más cosas...!, pero, aunque la memoria las tiene archivadas cerca del corazón, el tiempo las ha ido ajando, menguando...; pueblos sin gente, casas vacías, mucha melancolía alrededor de nuestras raíces vitales... "fugit irreparabile tempus" que dijo el poeta Virgilio... pero bueno, ahí está lo vivido, lo sentido, lo amado... y nuestra memoria agradecida y, tal vez, más experimentada...
ResponderEliminarAbrazo
Me alegro de que mis versos te lleven a esos lugares de ensueño, Impersonem.
EliminarUn abrazo.
Este poema Rafael, me ha traído a la mente la casa de mis padres, de vez en cuando paso por allí, y siento una gran desolación, para mi, aunque vivan otros está vacía.
ResponderEliminarUn beso y feliz noche.
Es que todos tenemos algo así guardado en los recuerdos, Carmen.
EliminarUn beso en la noche.
Tantos recuerdos de esas casas vacías..
ResponderEliminarTAmbién a mi me recuerda el poema a mi infancia.Y es que lo que tuvo mucha fuerza y amor,siempre estará latente
Besucos
Gó
Gracias Gó.
EliminarUn abrazo y "besucos"
Me recordaste una época de mi niñez, en una casa que amé, en un tiempo que parecía tenía magia.
ResponderEliminar💓
Me alegro entonces Adel.
EliminarUn abrazo.
Imágenes de niñez que no puede imaginarse hoy en día. Precioso poema, teñido de nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Hola Raafel, eres un poeta incansable, siempre nos tocas el corazón con tus poesias. Estoy un poco apartada del blog, pero cuando lo ojeo, veo que publicas diariamente unas bellas poesias. Mi gran reconocimiento, felicitaciones y un abrazo a la distancia.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Mercedes.
EliminarUn abrazo también para ti.
Ay, qué tristeza, recordé las casas que tuvimos como familia... y las ganas que dan de volver a verlas, aunque ya nunca es lo mismo, ya son de otros o ya no están simplemente. A mi mamá a veces la llevo a la casa donde ella vivió siempre con su familia, desde niña hasta que se casó, y en su lugar hoy hay un edificio, pero así y todo a ella le gusta mirar el aura aún presente de su antigua casa, su cuadra y las casas de los vecinos. A pesar de tener muy mala memoria inmediata, de esos tiempos recuerda todos los detalles...
ResponderEliminarGracias amigo, es un poema con mucho sentido.
Un gran abrazo Rafael.
Paty
Gracias a ti, Paty, por acercarte a mis letras y ver todo eso.
EliminarUn abrazo.
También a mí me hizo recordar "esas casas vacías" que ahora ocupan otras vidas con sus ilusiones y sus decepciones.
ResponderEliminarOcupan ese espacio que un día fue nuestro. Tal vez el de nuestra niñez y el de los que ya se fueron. Los que sólo quedan entre nuestros recuerdos... y en nuestro corazón.
Bellísimo poema...
Así es Galilea.
EliminarUn abrazo y gracias.
La niñez ese estado de inocencia que podíamos disfrutar, como extraño esos tiempos.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazo.