En el mensaje,
silente de los mares
había paz.
Olas rizadas,
gigantes cabezudas,
hasta la playa.
Lechos de arena
para dormir con música
de las resacas.
¡Cuánta belleza
de algas y salitres
me regalaste!
Tardes y noches
buscando tus susurros
junto a la barra.
Muchos suspiros
salieron de mi pecho
hacia tus aguas.
No fue difícil
captar tanta hermosura
y estremecerse.
Y es que el silencio
nublaba los sentidos
y apasionaba.
¡Te quise mar,
te quiero y te preciso,
aunque estés lejos!
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/21
Es un recuerdo, como tantos, a ese ayer nostálgico en que algunas tardes, alguien, acudía a la barra para despedir el día y, a la vez, saludar y charlar con el mar. Ese mar verde y azul, ese mar sin nombre ni fronteras. El mar con mayúsculas y minúsculas, el mar real y con metáforas...
Que bella nostalgia amigo, esas que resucitan en el alma y nos hacen vibrar.
ResponderEliminarTen un bello día, besos, Paty
Mil gracias Paty por tus palabras.
EliminarUn abrazo y feliz día, también para ti.
Una belleza Rafael El mar esta muy lejos de mi hogar, pero por ahora disfruto con fotos que mi hermano me envía desde las costas de mar del Plata.
ResponderEliminarmariarosa
Siempre es un hermoso sueño, María Rosa, aunque sea a través de fotos.
EliminarUn abrazo y gracias.