Tardes de marzo,
preludio de alegría
y primavera.
Dentro de poco
la tierra, de su sueño,
despertará.
Y dejará
colores y perfumes
en las praderas.
Así los árboles
tendrán su fantasía
en cada rama.
Vendrán las aves,
diversas y de lejos,
a recrearse.
Traerán sus notas,
alegres y sonoras
de enamorados.
Y nuestra sangre,
cual lava enardecida,
galopará.
Galopa marzo,
sin riendas, desbocado,
y yo, con él.
En este tiempo,
se callan las palabras
y habla el amor.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/03/21
quee bello poema de los de antes ahora no se ven escritos asi
ResponderEliminarGracias Recomenzar, me alegro de que te guste.
EliminarUn abrazo.