Pasta el ganado,
en tarde que se marcha,
ajeno al mundo.
Yo le contemplo,
saludo, cuando paso,
sin darme cuenta.
Luego sonrío,
quizás por ese gesto
tan inocente.
De todas formas
es bueno y es correcto
este saludo.
También lo hago
al triste espantapájaros
de los maizales.
Al campanario
y torre de la iglesia
y al cementerio.
No es mala cosa
hablar a todo el mundo
que nos rodea.
En el saludo
mandamos un mensaje
de paz y amor.
No te preocupes
si el mundo no te entiende
y llama loco.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/03/21
Hola amigo, exactamente, tu poesía da en el blanco, hay que mirar todo con amor, así el mundo crea que estamos locos, si fuese así, yo pensaría "qué maravillosa es la locura".
ResponderEliminarNuestro bello corazón tiene un poder fantástico!
Besos para cada línea de tu poema, y otro para ti, Paty
Gracias por tus palabras y comentario querida amiga.
EliminarUn abrazo en la tarde, Paty.