Camina y sigue,
no vuelvas la mirada,
te seguiré.
Serán tus huellas
la marca que persiga
junto a tu aroma.
Iré contigo
en busca de los sueños
de alguna infancia.
Seremos niños,
que vuelven del invierno
a ver el alba.
Ese comienzo
del día y de la vida
que sigue cerca.
Y viviremos,
amando, sin palabras,
tanto silencio.
Quiero seguirte
contarte lo que guardo
como un secreto.
Verás mis ojos
y en ellos el cariño
que te profeso.
Tendrás mis labios
y el beso que contienen
para tus labios.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/21
Muchas veces se ha escrito sobre esa marcha tras las huellas y pisadas de la persona amada. Aquí lo intento, con estos versos, quizás para expresar, ese lenguaje de la mirada y los labios, en un mensaje sin palabras.
Lindísimo poema. Ese seguir desde la infancia del corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Seguir a la persona amada sin palabras; solo sentir.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Así debería de ser Verónica.
EliminarAbrazo.