Es muy normal.
Quedamos cuatro gatos.
Así es la vida.
Y porque pasa,
los gatos, en febrero,
buscan calor.
Así se estiran,
incluso ronronean
con gran placer.
Pero la vida
ignora que, los hombres,
no son felinos.
Ellos ansían
de forma irreverente
la primavera.
Gorriones, flores,
jardines y alegría
con margaritas.
Y, mientras tanto
seguimos, el invierno,
con esperanza.
Ya queda poco,
nos dicen y decimos,
para animarnos.
Así es la vida,
se pasa en un momento
sin enterarnos.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/02/21
Antes, en el paseo, me vino a la cabeza eso de que "ya quedamos cuatro gatos", pensando en mi generación. Es ley de vida, me dije, y, quizás, es cierto, pero cuando lo piensas te estremeces un poco, tal vez porque aún estamos en invierno y el relente...
La vida pasa más rápido cuando somos adultos, y nuestro corazón ronronea sus deseos.
ResponderEliminarLindos versos amigo, hechos con mucho corazón.
Saludos, buen domingo para ti. Paty
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo y feliz domingo también para it.
Aquí es verano, un verano tórrido.
ResponderEliminarPero también sirve para reflexionar.
Un abrazo.
Gracias Amapola, desde este verano "tórrido", aunque un poco más suave en el norte.
EliminarUn abrazo.
Así es amigo, la vida se nos va en un suspiro, dentro de nada aquí en Andalucía también llegará el otoño con la caída de las hojas y llegará el invierno con su lluvia, frío y nieve... Pero ahora tenemos un calor abrasador, por todo ello ni los gatos salen a la calle! Encantada de leerte un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario, Enca. Aquí, en el norte, tenemos una temperatura casi otoñal y un verano muy raro.
EliminarUn abrazo.
Es cierto que con el frío te estremeces... también la perspectiva va cambiando con el paso de los años. Aquello de lo de la botella medio llena o medio vacía. Es complicado asumirlo.
ResponderEliminarMuy buen poema!
Gracias por tus palabras Galilea.
EliminarUn abrazo.