No tengas miedo,
la vida te sonríe
y yo también.
Tienes mi mano,
te dicen desde el cielo,
y eso es bastante.
Confía en mi.
No pienses en desgracias,
ni te adelantes.
Disfruta del instante
que marcan los latidos,
del corazón.
Despierta y vive,
respira muy profundo,
no sufras más.
Siente la vida
que viene hasta tu puerta
día tras día.
Y saborea
el verso y el poema
que ella te ofrece.
Toma su fruto
y embriágate del mismo
sin ningún miedo.
Todos tenemos
un tiempo en esta vida
y este es el tuyo.
Yo estaré cerca,
contigo, en esos versos,
nunca lo dudes.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/09/22
Una mano cerca y unas palabras lo son todo.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Pienso igual Verónica.
EliminarAbrazo.
Qué belleza, en tus versos imprimiste una de las mayores sabidurías, y que es, disfrutar y agradecer el instante presente, fluir y aceptar... con paz y calma y siempre confiar en que al menos a una persona en este mundo le importa tu felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo para ti querido amigo. Paty
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo y feliz domingo, querida amiga.
La mano que sirve de apoyo y lección. Precioso poema y la imagen que lo acompaña.
ResponderEliminarGracias Galilea.
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