Dejan los niños
la risa en los rincones
y en donde juegan.
Dejan los padres
miradas sin reproche,
con regocijo.
Deja la pluma
la tinta del poeta
formando versos.
Deja el susurro
del alma enamorada
que ansía vida.
Deja la rosa
el beso que ha robado
a las estrellas.
Deja, en el labio,
el beso tembloroso
que le han prestado.
Deja que busquen
tus manos a la mano
que tienes lejos.
Deja que, entonces,
se unan los latidos
enamorados.
Déjalo todo,
no temas corazón,
y ama sin miedo.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/09/22
Y en todo lo que dejamos Rafael...
ResponderEliminarese final es emotivo y más, leerte es ir más allá de los sentidos.
Déjalo todo,
no temas corazón,
y ama sin miedo.
Sublime !! Un abrazo enorme y feliz día
Gracias por fijarte en esos versos, Cora.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Hoy solo te dejare un abrazo en tu Santo , decir que es un buen poema no tiene mérito ya sabes que lo es. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz viernes.
Así es, dejar y esperar a que esa actitud sea un bello comienzo para comprender la palabra: amor.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias por tu visita y comentario, Tatiana.
EliminarAbrazos.
"Amar sin miedo..." es imposible, el temor es parte de la vida y el amor mantiene esa vida. Muy bello poema.
ResponderEliminarmariarosa
Amar cueste lo que cueste.
ResponderEliminarPrecioso❤
Gracias Galilea
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