Hay "calma chicha",
decía el marinero,
al no haber viento.
Pero la pesca
espera que yo acuda
hasta la playa.
Iré con remos,
bogando con mis manos,
poquito a poco.
Así, despacio,
siguiendo la corriente
lo lograré.
Para la vuelta,
si logro buena pesca,
será más fácil.
Por la ribera,
muy cerca de la orilla,
lo intentaré.
Aprovechando
que suba la marea
en ese tiempo.
De todas formas
si pesco, me conformo
con cualquier cosa.
Porque preciso
vender los calamares
a un precio justo.
De esa manera
podré ver la sonrisa
de mi familia.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/09/22
Te espero en casa.
ResponderEliminarSí no puedes venderlos,
pues con arroz. 👍🏻😘
Gracias por tus versos Elisa.
EliminarAbrazos.
Es un trabajo muy duro, bellos versos
ResponderEliminarGracias Neuriwoman.
EliminarUn abrazo.
La labor del marinero que poco agradecida esta, y no olvidemos que se juegan la vida cada mañana al salir a la ma . Verso lindos Rafael. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Campirela.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz jueves.
Hermoso homenaje a los marineros, que luchan por vivir y llevar el sustento a su familia, Rafael. Todos los poetas debemos ser marineros y debemos valorar el trabajo y el sacrificio de los seres que luchan honradamente por sobrevivir.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y agradecido por tu solidaridad y buen hacer, amigo.
Gracias María Jesús.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dura labor, inquietante incertidumbre la de poder llevar a casa el sustento.
ResponderEliminar👏👏👏👏👏
Así es Galilea.
EliminarAbrazos.