El sol, dormido,
intenta levantarse
entre las nubes.
Día de otoño
con brumas en los valles
y en las campiñas.
Un tibio rayo
cruzó por la ventana
hasta tu lado.
Casi, con miedo,
rozaba la almohada
y tus cabellos.
Traía un beso,
recado de los dioses,
en su caricia.
Te despertó
la gracia y la ternura
del sol de otoño.
Un día nuevo,
en cuadro tan hermoso,
que comenzaba.
Era un poema,
detrás de la ventana,
la vida misma.
Y suspirando
mandaste una sonrisa
al sol naciente.
"Dame tus versos,
dijiste en un susurro,
quiero soñar".
Rafael Sánchez Ortega ©
29/11/22
Encantador poema. Cada día que comienza es un cuadro, es la vida que nace en cada familia. Un abrazo.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Un sol, y una tierra que calienta e ilumina, en tus letras todo un poema de esperanza del día a día . Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Tu Mariposa siempre ansía tu poética :)
ResponderEliminarEl poema, como ese rayo de sol, llegó a sus alas.
Abrazo, Rafael.
Gracias Verónica.
EliminarAbrazo.
Siempre hermoso leerte ❤❤
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