Era la acera
del viejo callejón
hasta tu casa.
Hoy la recuerdo,
la traigo a la memoria
y con tus pasos.
Veo la tarde
de un día de verano
que fui a verte.
También mañanas
de misas y domingos
que compartimos.
Éramos niños
vendiendo la inocencia
con nuestros ojos.
Porque las manos
se unían y buscaban
en ese tiempo.
Era el reflejo
y el sello de principios
y educación.
Nuestra amistad
basada en el cariño
era muy tierna.
Así crecimos
y nada cuestionamos
porque era justo.
Pero la vida
rompió tanta belleza
cuando crecimos.
Se marchitaron
de pronto primaveras
y poesías.
¡Cuánta nostalgia
me ofrece el callejón
cuando le miro!
Rafael Sánchez Ortega ©
06/03/23
Cómo han cambiado esos principios, respeto y educación. Es el progreso, el viento que nos trae bueno y menos bueno. Feliz semana. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarAsí es Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Qué de recuerdos y sensaciones pueden traer la visión de una simple acera tantas veces recorrida.
ResponderEliminarY al poeta le traen, además, poemas.
Abrazo, Rafael.
Es que el poeta con poco se inspira, Verónica, ¿no crees?
EliminarUn abrazo.
QUE SENTIDO Y BONITO POEMA, CADA VERSO ES PURA NOSTALGIA.
ResponderEliminarUN ABRAZO.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Bellísimo poema la nostalgia hace acto de presencia y aún lo hace mucho más bello... Buen principio de semana un abrazo
ResponderEliminarGracias Eneca.
EliminarUn abrazo.
Una vida en versos . Feliz noche Rafael.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz martes.
Me gusta esta nostalgia. Feliz semana!
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario, Kinga.
EliminarFeliz semana.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBellísima nostalgia de aquella época de la vida.
ResponderEliminar