La noche avanza,
así como tus sueños
y pesadillas.
Hay un paréntesis.
En medio te despiertas.
Estás sudando.
Es por la fiebre,
la gripe te atenaza
muy fuertemente.
El primo invierno
te deja su regalo
muy sibilino.
Abres los ojos
y buscas las estrellas
tras la ventana.
Pero sus luces
confusas y difusas
no las distingues.
Tiemblan tus labios
por culpa de la sed
y la fatiga.
Te duele el cuerpo
y estás como flotando
sobre la cama.
Larga es la noche
y larga la batalla
contra la gripe.
Pero vendrá
el día y la mañana
con esperanzas.
Y volverá
la risa hasta tus labios
una vez más.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/03/23
Cuando enfermamos y despertamos en medio de la noche nos sentimos como evadidos de este mundo, solo nos sostiene la esperanza de una pronta mejoría.
ResponderEliminarAbrazos Rafael
Gracias por tu visita y comentario, Tatiana.
EliminarAbrazos.
No perdamos la esperanza. Feliz domingo. Un abrazo Rafael
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz domingo
El día, la mañana y la esperanza. Precioso. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Inma.
EliminarUn abrazo.
Los labios sabrán el nombre y sabor de la mañana.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Siempre vuelve a amanecer... paciencia.
ResponderEliminarBuenos versos!👏👏👏
Gracias por éste y todos los comentarios, Galilea.
EliminarUn abrazo en la noche.
Detrás de la gripe está las ganas de salir de ella con esperanza y ver por la ventana un nuevo amanecer
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto Campirela.
EliminarUn abrazo.
Siempre vuelve la esperanza, precioso final.
ResponderEliminarBesos desde mí paraíso.
Gracias por tu visita y comentario Lara.
EliminarBesos.
jajajaja primero pensé joo un virus poético, pero fue un final inesperado muy dulce, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.