Vísteme pronto,
decía aquel poema,
entre tus manos.
Y te esmeraste,
sin prisa, y con paciencia,
le diste forma.
Verso tras verso,
su ramo tomó forma
y fue creciendo.
Preciosa rosa,
sin rima y contenido
muy variopinto.
Había estrellas
charlando en una noche
a los humanos.
Había niños
que estaban en la cama,
quizás soñando.
Y había ojos
buscando en las tinieblas
algún mensaje.
Por eso el grito,
un tanto desgarrado
de aquel poema.
"Vísteme aprisa,
la noche ya comienza
y alguien me espera".
Rafael Sánchez Ortega ©
09/03/23
Que bonito final a estos bellos versos. Feliz jueves Rafael. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Romántico poema, donde las prisas son como casi siempre, por amor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
El poema es producto de nuestra musa. Vestido o desnudo hará temblar al mundo con su verbo. Tu poema profundo, llega engalanado de estrellas y a prisa, porque sabe que lo esperan. Muy lindo Rafael, feliz amanecer.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Ceciely.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito!!
ResponderEliminarSe engalana el poema con paciencia.
ResponderEliminarY luego, la inspiración se viste y se desviste en el poeta.
Abrazo, Rafael.
Gracias Verónica.
EliminarAbrazo.