De azul y fiel vestido, te presentas,
y ofreces tus encantos bajo el cielo;
hay ojos que te buscan entre el hielo
y encuentran a las nubes harapientas.
El día se adivina sin tormentas,
abierto a los gorriones y a su vuelo
en esa sinfonía de su celo
que imprimen con canciones sin imprentas.
Te marchas y te escapas, poesía,
te vas a los confines y a otros versos,
dejándome sin luz en pleno día.
Te vas, y volverás, con los conversos,
que buscan el amor y la alegría,
incluso en sentimientos muy diversos.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/06/24
Poeta volador por nuevos caminos en cada poesía, aplausos Rafael por tu arte.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Asi Son los pájaros, cada estación van y vienen, pero siempre regresan como las estaciones.
ResponderEliminarUn besote, Rafael.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Precioso soneto, Rafael. La poesía siempre está contigo, pues emana de ti fresca y clara...
ResponderEliminarAbrazo
Gracias por tus palabras, Impersonem
EliminarAbrazo.
La belleza le dice a la poesía, ella está presente en cada uno de tus bellos poemas.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias por tus palabras María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Te dejé varios comentarios esta tarde y no lo veo. Bloguer me ha cogido manía. Me está pasando con muchos blogs. Por favor mira en spam. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues solo veo este María,, no hay nada pendiente en Spam, pero no te preocupes, ¿vale?
EliminarUn abrazo y gracias por tus palabras. Feliz día y fin de semana.
Entonces no entró ninguno. Me está pasando en casi todos los blogs. Y parece que los rescataron. Para otra vez copio lo que comento, porque no me acuerdo lo que te puse exactamente.
EliminarAsí es la inspiración, se va y viene. Las musas son así. Esta poesía es diferente a otras. Eso me parece y me ha encantado encontrar algo distinto,
Que estés pasando un feliz día.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras y no te preocupes María, ya sabes cómo va Blogger.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Un soneto cargado, no de reproches, pero casi, a la inspiración que nos recita al oído, que a veces parece sorda.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Rafael.