domingo, 16 de junio de 2024

5.869 - TATUÉ TU NOMBRE...



Tatué tu nombre,

al roble, aquella tarde,

del viejo bosque.


Y nos besamos,

también, bajo sus ramas,

con gran pasión.


Fuimos felices,

trazando muchos sueños

para el futuro.


Pasó la tarde,

vinieron muchos días

con otros ratos.


Y compartimos,

momentos con el roble

en su rincón.


Aquel tatuaje,

crecía con nosotros

y mil proyectos.


Besos, caricias,

repletos de ternura,

nos repartimos.


Y pasó el tiempo,

la vida fue un suspiro

y despertamos.


Hoy, hemos vuelto,

al roble envejecido

con el tatuaje.


Y allí seguía,

la marca inconfundible

de nuestro amor.


Rafael Sánchez Ortega ©

14/06/24


10 comentarios:

  1. A pesar de que cuando hieren una corteza de árbol me dule un poco, sí es cierto que como un tatuaje pervive, recordándonos ese momento.

    Un abrazo enorme, Rafael.

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    1. Gracias por tus palabras y comentarios de hoy, Maripau.
      Un abrazo.

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  2. Hoy tu poema es como una canción, un viejo roble y la huella de un amor. Besotes, feliz domingo.

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    1. Gracias Campirela.
      Un abrazo y feliz domingo también para ti.

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  3. Es tatuar el instante, la compañía, la etapa de vida con ese tatuaje en la corteza, viva, no lo olvidemos.

    Por esos corazones que un día nos atrevimos a dejar permamentes. Un abrazo enorme, Rafael.

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  4. Lindos recuerdos que quedan grabados a pesar del tiempo pasado.
    Mariarosa

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  5. Preciosos recuerdos de una vida entera.

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  6. En un roble, ni más ni menos.
    Por eso persiste.
    Elegisteis buen árbol.

    Abrazo, Rafael.

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