Abre tus alas
y llévame contigo,
mi mariposa.
Vámonos lejos,
al mundo que tú sabes
y que conoces.
Allí la calma,
la paz y la ternura
hacen soñar.
Quizás alcances
la cumbre, tan altiva,
de una montaña.
Y desde ella,
veremos, a lo lejos,
ponerse al sol.
Será bonito
viajar entre tus alas,
sentirte cerca.
¡Y así soñar!,
Hacerlo como el niño
que llevo dentro.
Porque te quiero,
mi linda mariposa,
llévame al cielo.
Seré un suspiro,
la brisa que te arrulle
y te acaricie
Rafael Sánchez Ortega ©
13/06/24
Que esas mariposas nunca desaparezcan, ellas son la brisa de los sueños. Un besote, feliz sábado.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarAbrazo.
Ese clamor "llévame al cielo", esa mariposa que llevas en el alma y en tu versos, precioso amigo un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea, por tus palabras y comentarios de hoy.
EliminarUn abrazo.
Esa mariposa, esa musa que a veces se despista, que nunca falle, que no se canse, que regrese siempre.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Rafael.
Tu mariposa, tu compañera... siempre inspiradora.
ResponderEliminar❤
Rafael, algo así también.
ResponderEliminarQue esas alas siempre te cuiden.
Abrazo.