Se acaba el tiempo,
los días se detienen,
y el alma duerme.
Para la vida
su andar, siempre constante,
para el descanso.
El hombre duda,
no sabe si este paro
es infinito.
Pregunta al cielo,
le pide una respuesta
que nunca llega.
Y el cielo llora,
las nubes con sus lágrimas
se ponen tristes.
El día gris
presagia la tormenta
y el abandono.
Y el alma sufre,
se envuelve en los recuerdos
y los proyectos.
Unos vividos,
quizás intensamente
y en demasía.
Otros en sueños,
llegados con sonrisas
hasta los labios.
Pero es la vida,
que viene en un instante
y se va en otro.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/06/24
Pongamos a este lunes una nota de color. Ya que el tiempo no acompaña, seremos nosotros los que pondremos esos rayos de sol. Un besote.
ResponderEliminarPor este lunes y su nota de alegría, Campirela.
EliminarUn abrazo.
Lunes malancolico Rafael, pero a pesar de tu tristeza, es un bello poema.
ResponderEliminar¡¡Que brille el sol!!
mariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
La vida, con sus ratos, etapas, escalones y escaleras.
ResponderEliminarPor la vida, que no haya nada que nos detenga hasta ese último aliento. Un abrazo enorme.
Gracias por tus palabras y comentarios, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Es un poema melancólico, pero hermoso amigo.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
La vida y sus avatares, un día nos sentimos llenos de esperanza y luego, en medio de un mundo vacío, pero siempre estamos viviendo y eso es lo importante, hay que darse permiso para sentir todos los sentimientos y emociones, la hora final será la hora de atesorar todo y mirar orgullosos al sagrado infinito. Bellos versos amigo, te mando un abrazo.
ResponderEliminarPaty
Gracias Paty, es como dices.
EliminarUn abrazo.
Melancolía en tus bellos versos. ❤
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