Quizás dormías,
me dije al encontrarte
junto aquel roble.
Junto a su tronco
estabas apoyada
y pensativa.
¡Quizás dormías!,
me dije al ver tus ojos
casi cerrados.
Pero soñaban
con sitios y lugares
muy diferentes.
Quizás con hombres,
con niños y mayores
en algún parque.
O paseando
por viejas catedrales
desconocidas.
Lindos misterios
de sueños y de noches
en tus pupilas.
Y sobre todo,
la magia insuperable
de ver tu cuerpo.
¡Qué bello cuadro,
mirarte en el silencio
de aquella tarde!
Rafael Sánchez Ortega ©
14/09/24
Buenos días, y muy feliz inicio de semana. A despertar que ya es hora jaja.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Bonita imagen que nos regala tu poema. Feliz día Rafael.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Seguro fue una tarde maravillosa entre los sueños de ambos, precioso, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.
Grata pelos bons momentos poéticos.
ResponderEliminarAbraço, amigo Rafael.
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Entre sueños... 👏🏼👏🏼👏🏼
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