Llega el otoño,
nos dicen las mareas
de este septiembre.
Y es que los mares
se avivan y se crecen
con su llegada.
Suenan las olas
que dejan las resacas
en un concierto.
Olor a yodo,
con algas y salitre,
es el conjunto.
Hay mil suspiros
que emiten las estrellas
en estos días.
Porque, en la noche,
saludan a la luna,
parpadeando.
La luna enorme,
"la luna de septiembre"
y del otoño.
La fiel guardiana
de nanas y canciones
para los niños.
Este es septiembre,
preludio del otoño
que ahora nos llama.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/09/24
Un poema bonito para este comienzo de otoño... Un besote.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Hasta la luna se alegra de su llegada.
ResponderEliminarEs cierto, cómo cambia la mar y el cielo en septiembre.
Abrazo, Rafael.