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miércoles, 25 de abril de 2012
¡CALMA, CALMA...!
¡Calma, calma...!
Respira hondo y mira a través de la ventana.
Cruza los dedos y pide un deseo.
Luego busca una nube blanca,
que tenga una silueta con un corazón.
No importa si el mismo está deshilvanado,
roto o parece un copo de algodón
colgando de los cielos.
Es una nube; será una nube y blanca.
Quizás como el deseo que llevas en tu corazón,
como el grito ahogado en la garganta
que se resiste a salir,
como el dolor que escuece las entrañas y te dice
que allí nació una vida y otra,
y quizás otras se quedaron en una ilusión
que nunca vieron la luz,
aunque las sigas guardando en tu alma.
Pero sigue manteniendo la calma.
No dejes de respirar y llena tus pulmones
de este aire nuevo de la primavera.
Haz que la sangre se renueve y oxigene,
que tu corazón palpite de nuevo,
que cobre vida y una nueva fuerza lo impulse
a seguir inquieto,
a seguir buscando,
a escuchar atento las campanadas del reloj de la torre,
a sentir otros latidos en ese pecho tan cercano,
a vibrar con el rumor del mar y con el roce de la brisa,
a reír y llorar con sus ojos inocentes.
Si después de todo alzas la vista y tras la nube blanca
ves mi figura y mi sonrisa,
no te asustes, es para ti. Sólo para ti.
Y soy yo simplemente el que te habla,
el que te pide calma,
el que te invita a este paseo por los cielos,
el que te llama,
el que quiere mirarse en tus ojos de niña,
el que trata de buscar el sonido mágico
de tu corazón enamorado
y el que busca tus labios desesperadamente,
para volver a sentirte cerca,
para amarte y desearte profundamente
y para soñar contigo en una realidad
sin fin y sin ocaso.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/12
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te he visto, te he oído y te he sentido, he respirado y he paseado por el cielo...maravilloso escrito
ResponderEliminarun abrazo
Gracias Arena por seguir mis letras.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche,
Rafael
Es imprescindible la calma, siempre, en todo lugar.
ResponderEliminarQuizás sin ella los errores cometidos serían cientos, al menos en mi experiencia es así.
Un abrazo, RAfael.
Gracias
Un abrazo Alicia y gracias por tu comentario.
ResponderEliminarRafael