Hoy he visto a tus palomas en el parque
y he acudido hasta tu banco.
Me miraron recelosas y extrañadas,
ya que ellas no sabían de mi vida.
Esperaban tu presencia bulliciosas
y la mano que sacaba del bolsillo
las migajas y una chispa de alegría.
Hoy he visto a tus palomas
con la cara entristecida
y mirando y remirando mi presencia
que llegaba hasta su lado eclipsando tu figura.
He intentado que vinieran a mi lado,
que tomara esas migas de mis dedos,
que sintieran el cariño que emanaba de mi alma
y que buscaran confianza en mi persona,
sustituya de la tuya.
Hoy he visto a tus palomas en el parque
que lloraban al saber que tú te ibas
para siempre,
que dejabas ese parque abandonado
y marchabas a otro parque de los cielos
a cuidar a las gaviotas de un jardín alborotado.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/04/12
tendrán que acostumbrarse las palomas a su ausencia...
ResponderEliminarAbrazos
Seguro que sí, TriniReina.
ResponderEliminarUn abrazo,
Rafael
tristes son siempre las partidas cuando son hacia un lugar tan lejano..
ResponderEliminarabrazos
Tristes vuelan las palomas… un recuerdo las dirige. Con mucho sentimiento tus letras. Un placer leerte.
ResponderEliminarHola Rafael:
ResponderEliminarEmotivas letras que llegan al alma.
Cuando alguien se va para siempre, el paisaje cambia y nunca vuelve a ser el mismo.
Abrazos alados!!!
Y gracias por visitar mi casita de poemas.
Es cierto Arena, las partidas son siempre tristes y dejan esa nostalgia en el alma.
ResponderEliminarAbrazos en la tarde,
Rafael
Gracias Salvador por detenerte en mis letras. Un placer también disfrutar de las tuyas.
ResponderEliminarRafael
El paisaje se altera y mucho cuando alguien que proyectaba alegría falta de un parque Diana. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde,
Rafael