Quisiera despertar en tus recuerdos
y marchar para siempre en tu mirada,
entonces buscaría con tus ojos
el cielo que se asoma en la mañana.
No importa que se apaguen las estrellas
y queden con las sombras que se marchan,
mis sueños estarían a tu lado
unidos y abrazados a tu espalda.
Se escuchan por las playas caracolas
sacadas de los cuentos de las hadas
y llegan a su lado las sirenas
desnudas y exhibiendo sus escamas.
Un traje de colores delicioso
que muestran, sin pudor, en la resaca,
y mientras las traineras en la costa
avanzan por el mar con su remada.
El cuadro de ilusión y fantasía
despierta tu mirada con mi calma,
y observas como cruzan las gaviotas
en vuelo singular sobre las aguas.
Es fácil que suspires sin quererlo
y sientas que la vida es la que pasa,
y corre sin cesar en tus latidos
que llegan con las olas a la playa.
Por eso no rechaces los recuerdos
y deja que me quede en tu morada,
prometo comportarme con prudencia
y ser la nota eterna de tu arpa.
La eterna melodía que te llegue,
el fuego inextinguible con su llama,
la sangre que circule por las venas
y el beso de tus labios que te falta.
"...Quisiera despertar en tus recuerdos
y ser la melodía en tu mirada,
la brisa cantarina de tus ojos
y el cielo que te acoja con sus nanas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/04/12
Dicen que sólo hay que proponérselo...
ResponderEliminarOjalá fuese tan fácil, verdad?
Saludos
¡Ojalá fuera tan fácil, TriniReina, ojalá!...
ResponderEliminarUn saludo en la tarde,
Rafael