Recuerdo aquel poema
que un día te escribí,
recuerdo aquella noche
quizás del mes de abril.
Nacieron unos versos
de otros que te vi,
salieron de mi pluma
con ganas de partir.
Y fueron a tu encuentro
tal vez en un desliz,
con cierta moralina
y dudas entre mil.
Atenta contestaste
y yo me confundí,
no supe ni explicarme
ni casi qué decir.
Me fui con el silencio
en busca del jardín,
y quise serenarme
más no lo conseguí.
Yo estaba equivocado
en forma y no en el fin,
culpable me sentía,
confuso de escribir.
Un día y otro día
pasaron para mi,
también unas semanas
de ausencia muy febril.
Y ya me resignaba
a ser un infeliz,
un árbol solitario
a punto de morir.
De pronto, en una noche,
un verso y un violín,
llenaron mis sentidos,
con ganas de vivir.
Estabas en el verso
de letra frenesí,
estabas en la cuerda
rasgada tan sutil.
No pude contenerme,
temblando te atendí,
sin frases ni palabras,
ni nada en el atril.
Mis ojos en tus ojos
buscaron el jazmín,
el fondo palpitante
cubierto con añil.
Y así me perdonaste
y así te comprendí,
mi pecho cobró vida,
y pronto su latir.
Volvieron los poemas,
los versos para ti,
volvieron los suspiros
con ganas de vivir.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/05/12
Tu poema es hermoso. Va cadenciosamente bien hilvanado, con un excelente ritmo, y un término genial...
ResponderEliminarPienso hoy en lo que significa que escribamos,que dejemos un impacto quizás en los que nos leen, y en la responsabilidad que conlleva "hacer sentir" una emoción, y prácticamente vivirla en carne propia, al leer un poema de otro.
Yo me llené del tuyo. Por eso el comentario extenso.
Y pienso...
Y siento.
Abrazos miles, Rafael.
(P.D: Hace unos días te mandé un mail).
Gracias por tu comentario Maritza; los que escribimos tratamos de hacerlo así, cada día. Unas veces lo conseguimos y otras no es posible, pero al menos lo intentamos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Rafael
qué bonito, parece una declaración, tan sincera como un pensamiento al despertar
ResponderEliminarun abrazo
Mientras vuelvan... no hay problema.
ResponderEliminarUn abrazo grandote, Rafael.
Gracias Arena, "es una declaración en un despertar".
ResponderEliminarUn abrazo,
Rafael
Los poemas nunca se marcharon Laura, a pesar de esta aparente "queja".
ResponderEliminarUn abrazo en la noche,
Rafael